miércoles, 30 de junio de 2010

ESTADO DE LA PRODUCCIÓN EN EL CINE LATINOAMERICANO

Por Octavio Getino

Para el I Encuentro de Documentalistas Latinoamericanos Siglo XXI

Quisiera, en principio, hacer referencia a Mérida 1968 y su memoria, a esas imágenes que hoy motivan tanta nostalgia entre quienes vivimos aquella época. Recupero a la nostalgia como parte indivisible de la cultura y la distancio de la melancolía pues, la melancolía es un problema de salud mental, obliga al enfermo a ser asistido por expertos psiquiatras, mientras que la nostalgia es inherente a la identidad de cada individuo y de cada pueblo, no apela a los momentos peores que uno ha vivido sino a lo mejor que experimentó en la vida. Así pues, no hay cultura sin nostalgia.

ALGUNAS EXPERIENCIAS DE INDICADORES Y MEDICIONES CULTURALES EN AMERICA LATINA. *

Por Octavio Getino

1. El desafío de las mediciones culturales.
Uno de los principales desafíos que existen en la actualidad para el diseño y gestión de políticas públicas culturales, y también para los agentes del campo cultural y comunicacional -empresarios, técnicos, autores, artistas o académicos- es la definición de indicadores culturales que sirven a las mediciones cuantitativas y cualitativas del sector. La construcción de indicadores culturales excede la simple recopilación de datos estadísticos y resulta indispensable para servir al dictado de las “indicaciones”, es decir, de las políticas y estrategias que el Estado, o los sectores privados y sociales formulan para su propio interés o para el interés del conjunto. En consecuencia, la construcción y elección de indicadores están condicionadas siempre por el sujeto o el objeto de estudio sobre el que se pretende trabajar para su mejoramiento y desarrollo. Un sujeto que es distinto en cada caso, según sea el contexto social, económico, cultural o político en el que manifiesta su existencia. También, la elección de estos indicadores depende necesariamente de lo que se pretenda realizar con dicho sujeto.

PRODUCCIÓN, MERCADOS Y PROYECTOS DE INTEGRACION CINEMATOGRAFICA EN LOS PAISES DEL MERCOSUR

Por Octavio Getino

Seminario Internacional “Economía de la Cultura”, Ministerio de Educación, Recife, Brasil, 16-19 febrero 2007.

El cine como parte del sistema de las IC
Desde hace más de un siglo, el cine forma parte del amplio campo de las Industrias Culturales (IC) donde convergen sus dos principales dimensiones –tangible e intangible-  que posibilitan su existencia económico-industrial e ideológico-cultural. En lo referente a su impacto sociocultural estas industrias han constituido en el siglo XX el más poderoso recurso que tuvieron las sociedades latinoamericanas para automanifestarse en sus procesos identitarios y para comunicarse, tanto en el plano local como a escala regional y mundial.

LAS INDUSTRIAS CULTURALES: ENTRE EL PROTECCIONISMO Y LA AUTOSUFICIENCIA

Por Octavio Getino

“Foro Iberoamericano de Ciudades por la Cultura, OEI-Secretaría de cultura Montevideo, 25-28 marzo 2003.

De la globalización de la economía a la globalización de la cultura.
Convengamos inicialmente que los proyectos de globalización que las naciones y los intereses económicos y financieros más poderosos de nuestro tiempo quieren instalar sobre todo el planeta, representan apenas una variante perfeccionada de lo que a través de la historia han sido las políticas hegemónicas o de dominación, conocidas desde siempre como imperiales, coloniales, neocoloniales u otras calificaciones de parecido significado. A fin de cuentas no han pasado tantos siglos desde que los portavoces del emperador Carlos I de España –o Carlos V de Alemania, según desde que lugar se lo mire- pregonaban la existencia de un poder “en cuyos dominios nunca se ocultaba el sol”. Un sueño que hoy resucitan algunos mandatarios imperiales, por todos conocidos, aunque, tal vez, con menores consensos que aquel emperador.

LA ESCUELA DE CINE VISTA POR EL MERCADO

Por Octavio Getino

Para Congreso de la FEISAL, 1998.
En relación al tema elegido para esta Mesa de Debate, cabría precisar inicialmente la dificultad de hablar en nuestros días de “el mercado” como abstración y la conveniencia de hacerlo de “los mercados”, debido a la creciente fragmentación y diversificación que caracteriza actualmente el consumo de cine, la televisión y otros medios audiovisuales.  Mercados con características a menudo específicas e intransferibles, tanto por sus exigencias socioculturales, como territoriales o de consumo selectivo.

LA FORMACION DE PROFESIONALES DEL AUDIOVISUAL PARA EL SIGLO XXI

Por Octavio Getino

II Simposio Internacional “Reflexión sobre el futuro del audiovisual: Sueño y realidad”, Caracas, junio, 1994.

El audiovisual en los umbrales del siglo XXI
El panorama del audiovisual ha experimentado en las dos últimas décadas profundas transformaciones de las cuales no ha podido marginarse prácticamente ninguna nación. El desarrollo de nuevas industrias y tecnologías, particularmente las televisiones por cable y por satélite, el videotex y el teletexto, se sumaron a cambios políticos y económicos, como fueron los relacionados con la privatización de medios audiovisuales en naciones altamente industrializadas y en algunos países latinoamericanos, y, en diversos casos, al aumento de los ingresos por publicidad, como producto de las nuevas políticas económicas.

REFLEXIONES SOBRE LA DIMENSION ECONOMICA Y LA BALANZA COMERCIAL DE LAS INDUSTRIAS DEL AUDIOVISUAL EN LA ARGENTINA

Por Octavio Getino

Para Seminario "La gestión cultural de la ciudad ante el próximo milenio", Buenos Aires, septiembre 1994
1.
Hace apenas unas semanas, me tocó exponer sobre la dimensión económica de las industrias culturales en un seminario parecido a éste y en este mismo lugar. Afirmé entonces que según una investigación realizada sobre dicho tema -a partir de la iniciativa de un organismo nacional que contó con la cooperación de la UNESCO- el monto global que representan estas industrias, supera los 10 mil millones de dólares anuales (1). O lo que es igual, aproximadamente el 4% del Producto Bruto Interno, y una cifra que duplica con creces todos los recursos derivados por el presupuesto nacional a las actividades de educación y cultura, salud, vivienda y urbanismo, ciencia y tecnología y promoción social.

miércoles, 16 de junio de 2010

LAS IC MERCOSUR: APROXIMACIÓN A UN PROYECTO DE POLITICA DE ESTADO

Por Octavio Getino.

Observaciones previas:

          En materia de Industrias Culturales (IC), el MERCOSUR cuenta con muy escasos proyectos de integración, alguno de los cuales recién comenzó a materializarse en el último período. Entre los más recientes se destaca el acuerdo celebrado en la X Reunión de Ministros de Cultura del MERCOSUR y Países Asociados (Buenos aires, junio 2000), con el que se puso en marcha, con financiamiento de la OEA, la Etapa Preparatoria de un Proyecto de Estudio sobre “Industrias Culturales: Incidencia Económica y Sociocultural, Intercambios y Políticas de Integración Regional”.

LA MEDICION DE LOS IMPACTOS CULTURALES EN LA ECONOMIA Y EN LA SOCIEDAD LATINOAMERICANA. *

Por Octavio Getino

Introducción
Aunque la cultura se ha caracterizado históricamente como proceso social de producción simbólica, la Revolución Industrial y el desarrollo de formas de producción y expansión capitalista comenzaron a transformar los bienes y los productos culturales en mercancías, de igual modo que incorporaron los campos de las actividades y los servicios culturales a la dimensión económica del desarrollo. El reconocimiento social de la producción simbólica pasó a operar así por medio del mercado, con lo cual dicha producción devino producción mercantil simbólica.

LAS INDUSTRIAS CULTURALES Y LA MEDICION DE LO INTANGIBLE

Por Octavio Getino

En los últimos años, los temas de las Industrias Culturales (IC) y de la Economía de la Cultura tuvieron una presencia en algunos medios periodísticos como no la habían tenido nunca en toda su historia. Se venía de un período, el de los años noventa, donde el proceso de desindustrialización había estado acompañado por el de concentración y extranjerización de los principales medios de comunicación y cultura y ello había puesto en crisis la situación de algunas grandes empresas locales. El debate iniciado, que se proyectó también en el sector público, era simplemente sobre la nacionalidad de los capitales que se habían adueñado, o amenazaban hacerlo, de industrias culturales y medios locales, cuando en realidad, el problema de fondo excedía esa disyuntiva y radicaba en la calidad de la información o de los contenidos simbólicos propalados por esas industrias, fuera cual fuere el origen del capital. Es decir, apelaba a lo que era y es su función específica, ya que aunque ellas se dediquen a producir o vender libros, discos, revistas, diarios, DVDs o programas radiales y televisivos, el consumo de los mismos siempre responde al interés que pudiera existir por sus resultados intangibles y nunca, salvo raras excepciones, por el soporte físico donde ellos están impresos o replicados. O lo que es igual, por lo que esos contenidos satisfagan o no demandas en torno de la cultura, la educación, el entretenimiento creativo y la formación de ciudadanía. En suma, derechos humanos y sociales de la comunidad.

LAS RELACIONES DE AMERICA LATINA Y LA UNION EUROPEA EN EL SISTEMA DE LAS INDUSTRIAS CULTURALES

Por Octavio Getino

A principios de abril de este año se realizó en Ciudad de México un Seminario Internacional del que participaron expertos de América Latina y de la Unión Europea con el fin de elevar algunas de sus conclusiones a la Reunión Cumbre de Jefes de Estado de ambas regiones que se celebró posteriormente en Guadalajara, México en el mes de junio. El encuentro fue convocado por la Organización de Estados Iberoamericanos (OEI) y el Consejo Nacional de Cultura de México (CONACULTA) y abordó el tema de las industrias culturales (IC) y el desarrollo sustentable, coincidiendo en la necesidad de una asociación estratégica de corto, mediano y largo plazo entre las naciones europeas y latinoamericanas para favorecer la recomposición de los mercados, fomentar la diversidad cultural y el fortalecimiento de la interculturalidad a partir de acciones más incluyentes y recíprocas entre ambas regiones.

LAS INDUSTRIAS DEL AUDIOVISUAL EN EL MERCOSUR

Por Octavio Getino

Las industrias audiovisuales han desempeñado a lo largo del siglo un papel fundamental en el acercamiento de las culturas latinoamericanas, y en particular, las correspondientes a los países de Sudamérica. Primero el cine, luego la televisión y por último las intercomunicaciones satelitales y las nuevas tecnologías audiovisuales han facilitado a nuestros pueblos niveles de intercambio y de autoreconocimiento que superan con creces los logrados por la actividad de otros sectores de la cultura y la comunicación social.

AVANCES EN LA MEDICION DE LOS CONSUMOS CULTURALES

Por Octavio Getino

Una de las limitaciones mayores para el estudio de la incidencia económica de los distintos sectores de la cultura tienen sobre la economía y el desarrollo de nuestros países es la carencia de economistas que efectivamente interesados en el tema. Los que existen son muy escasos y aunque su número ha crecido en los últimos años falta todavía una inserción más resuelta y creativa por parte de los mismos en la problemática cultural, sin lo cual se resiente cualquier abordamiento que quiera hacerse sobre este tema. Esta limitación no es de fecha reciente sino que viene de lejos. Baste recordar que los prohombres de la economía clásica -Adam Smith, David Ricardo y otros- analizaron los efectos externos de la inversión en las artes pero no consideraron que estas tuvieran capacidad de contribuir a la riqueza de una nación ya que, según su pensamiento, pertenecían al campo del ocio. Para ellos la cultura no era un sector productivo y representaban un gasto más que una inversión. Los bienes y productos de la actividad económica tenían como principal referencia el valor de uso y el valor de cambio, pese a que desde la antropología había comenzado a señalarse el valor simbólico de los productos culturales.

PANORAMA DE LAS INDUSTRIAS CULTURALES EN EL MERCOSUR

Por Octavio Getino

1. Importancia de las industrias culturales

La importancia de las IC ha crecido en términos relativos mucho más que la mayor parte de los otros sectores y en términos económicos. Ellas representan en las naciones más industrializadas -como los EE.UU.- el tercero o el cuarto lugar en cuanto a recursos internos movilizados y a obtención de divisas en los mercados externos. No sólo autofinancian las actividades culturales que generan, sino que obtienen de ellas jugosos beneficios económicos.

lunes, 14 de junio de 2010

CONGRESO ARGENTINO DE CULTURA - ENTREVISTA


“La cultura es fuente de recursos económicos”

El cineasta Octavio Getino afirmó que la inversión en educación permite construir identidades para el desarrollo de las comunidades. La relación entre la cultura y la economía. La diferencia entre Buenos Aires y el interior. San Luis.

CINEASTA Y FUNCIONARIO. Getino propone la inversión en temas culturales para fomentar el desarrollo. LA GACETA , Tucumán, 13 octubre 2008.

“La cultura, fuente de recursos económicos”
“Si no se invierte en rubros básicos, en lo que tiene que ver con educación y con cultura, es muy difícil construir imágenes propias, locales. Y sin ellas no hay identidades propias, y sin identidades es muy difícil que se pueda conseguir el desarrollo, individual y colectivo”, afirma Octavio Getino en un anticipo de lo que será uno de los ejes de trabajo del II Congreso Argentino de Cultura.

El coautor -con Pino Solanas- de ese clásico del cine político argentino que fue “La hora de los hornos” será uno de los disertantes en el foro que sesionará en Tucumán, entre el jueves y el domingo, con la presencia de referentes de la gestión cultural de Argentina, de Brasil y de Colombia, entre otros países latinoamericanos.

EL TURISMO COMO PARTE DEL “TIEMPO DE OCIO”

Por Octavio Getino
“¡O Meliboe, Deus nobis hoec otia fecit!”
(“¡Oh, Melibeo, esta ociosidad nos la ha dado un dios”!)

VIRGILIO, “Bucólicas”

Una inteligente mirada sobre el turismo no es aquella que se circunscribe a lo específico del sector como tal, sino la que lo enmarca en un campo más amplio y totalizador que es el del llamado “tiempo de ocio”, una instancia que ha merecido reflexiones y políticas por parte algunas naciones desarrolladas, en particular después de la Segunda Guerra –incluso algunas naciones llegaron a tener sus ministerios o secretarías gubernamentales del “tiempo libre”- pero que adolece todavía de preocupación alguna por parte de las políticas oficiales de los países subdesarrollados e incluso de investigadores y cientistas locales. Carencia que sólo es equiparable a la que existe sobre el tiempo de trabajo sea para posibilitarlo efectivamente –lo cual sería un verdadero éxito en el contexto de desempleo y exclusión que muchos países padecemos- o bien para, una vez instalado, hacer del mismo un recurso que exceda la simple labor productiva y sirva a los trabajadores para el desarrollo de su formación y aptitudes integrales. Con el consecuente beneficio del conjunto del tiempo –tiempo de trabajo y tiempo libre y de ocio- como integralidad.

LA CULTURA COMO CAPITAL (*)

Por Octavio Getino

Cultura y economía son dos términos que a lo largo de la historia marcharon por separado, como líneas paralelas que, aunque podían mirarse la una a la otra, parecieran estar condenadas a no reunirse nunca. Primero como concepto holístico, referido a las relaciones del hombre con la naturaleza, los dioses y los otros hombres, luego como idea de “alta cultura” o “artes elevadas”, la cultura, o mejor dicho, las fuerzas sociales que asumieron en cada momento histórico su liderazgo, se resistió habitualmente a ser medida en términos cuantificables, como si la racionalidad no pudiera o no debiera inmiscuirse en los laberintos de lo intangible, de aquello que sería privativo de las emociones y el corazón. Esta fue una visión predominante a lo largo de muchos siglos, pese a que pensadores como Pitágoras afirmasen en su momento que todo lo existente sobre la tierra, incluida la música, es decir, el medio más emparentado a las emociones, podía ser estudiado y construido a partir de fórmulas matemáticas. O que figuras de la literatura, como el Quijote, dijera en algún momento, que cuando la razón se desprende del corazón termina en locura.

LA TELEVISION ARGENTINA: ENTRE LA MAFIA Y EL “VERNA-CULISMO”

Por Octavio Getino

Es sabido que la televisión es hoy más que nunca un recurso de enorme valor estratégico para la información, la educación y la cultura de una comunidad. Todo programa televisivo, cualquiera sea su carácter, cumple simultáneamente, de manera directa o indirecta, esas tres funciones, indispensables para que una Nación pueda erigirse realmente como tal. Más de tres horas diarias frente a la TV -como ha sido verificado en recientes estudios en la población infantil y adolescente de todo el país- señalan una formidable capacidad, por lo menos potencial, de incidir en la formación de los argentinos, superior a la de otros medios, incluidas las instituciones formales educativas.

ANTECEDENTES DEL TURISMO EN LA ARGENTINA

Por Octavio Getino 

El primer antecedente del turismo en América Latina, y de manera particular en la Argentina, lo dieron las fuertes corrientes de inmigrantes orientadas a hacer con su trabajo casi de esclavos, el “neg-ocio” –es decir, el “neg-otium” o “no-ocio”- de sus vidas. La motivación de sus desplazamientos era principalmente ésa –la búsqueda de trabajo, o de “neg-ocios”- y ella se inscribiría formalmente en el concepto actual de turismo, según las convenciones internacionales sobre el tema.

Sin embargo, los que primero comenzaron a utilizar en nuestro país, al igual que en los países hermanos del Continente, el recurso turismo como disfrute del ocio y del tiempo libre, no fueron precisamente los inmigrantes ni sus primeros descendientes, fruto del mestizaje con la población local, sino quienes usufructuaron del “neg-ocio” o del trabajo obligado (además de necesario y deseado) de aquellos, o lo que es igual, de su vida sacrificada y de su denodado esfuerzo, controlando las formas de utilización del escaso tiempo libre al que podía acceder.

ECONOMIA Y CULTURA EN LA ARGENTINA (*)

(La importancia de lo intangible)

Por Octavio Getino 

Nota: En junio de 2000, los Ministros de Cultura del MERCOSUR aprobaron en Buenos Aires la realización de un Estudio de la “Incidencia Económica y Social de las Industrias Culturales” en la región. La finalidad del mismo era proponer cambios en la Legislación para el desarrollo del sector y de los intercambios culturales; creación de un Observatorio Cultural MERCOSUR, e implementación de Sistemas de Información Macroeconómica y Social y Cuentas Satélites de Cultura, en coordinación con el sector Economía y los Sistemas Nacionales de Estadística y Censos.

NOTAS SOBRE LO REGIONAL Y LO SUBREGIONAL EN LAS RELACIONES DEL MERCOSUR CULTURAL CON AMERICA LATINA Y LA UNION EUROPEA

Por Octavio Getino

La consolidación de un espacio iberoamericano que reconoce la multiplicidad de matices, conlleva voces que dialogan con otras culturas. Es necesario fortalecer las estructuras regionales de cooperación con la finalidad e crear mejores condiciones para la inserción de Iberoamérica en el escenario global.
De la “Carta Cultural Iberoamericana”

Memorias y antecedentes
La historia de las relaciones entre los países que hoy integran el MERCOSUR con los que conforman ese vasto escenario que es América Latina y el Caribe y con los que a su vez integran la Unión Europea es tan antigua como la que transcurre entre los procesos independentistas del siglo XIX y los proyectos de integración latinoamericana que prosiguieron en el siglo XX y los que todavía están vigentes para hacer posible un ideario de una “América Nuestra”, o como diría Atahualpa Yupanqui, nuestro poeta y pensador: “América Latina, un mismo poncho”.

EL DERECHO AL TIEMPO LIBRE Y AL OCIO

Por Octavio Getino

Articulo 24: Toda persona tiene derecho al descanso, al disfrute del tiempo libre, a una limitación razonable de la duración del trabajo y a vacaciones periódicas pagadas.
Tal vez, una de las reivindicaciones menos tenidas en cuenta hasta ahora en lo que se refiere a la Declaración Universal de los Derechos Humanos, es la que figura en el Artículo 24, referido al derecho que tiene toda persona “al descanso, al disfrute del tiempo libre, a una limitación razonable de la duración del trabajo y a vacaciones periódicas pagadas”. Y tal vez lo sea por el prejuicio que aún existe en nuestra cultura sobre temas tales como el del “descanso”, opción distinta, y casi antagónica, al del “trabajo”.
La Declaración, afortunadamente, en el Artículo 23, el anterior al que referimos, complementa aquel negando cualquier antagonismo, cuando sostiene que “toda persona tiene derecho al trabajo, a la libre elección de su trabajo, a condiciones equitativas y satisfactorias de trabajo y a la protección contra el desempleo”.

sábado, 12 de junio de 2010

A 30 AÑOS DE “LA HORA DE LOS HORNOS”

Por Octavio Getino

Para 6th Annual  Festival “Cine Latino”, San Francisco, setiembre 1998       
          
                        “Es la hora de los hornos
                        y no habrá de verse más que la luz...
                       
                        JOSE MARTI

“La hora de los hornos”, film que rodamos juntamente con Fernando Solanas y los que conformamos lo que se llamó “Cine Liberación”, fue realizado entre 1966 y 1968 en diversos escenarios de la Argentina y en plena dictadura militar. Elegimos por ello hacerlo totalmente al margen de las instituciones gubernamentales, pero insertando el proceso de realización y difusión en el interior de las organizaciones sociales más representativas de esos años (partidos políticos, sindicatos obreros, sectores estudiantiles y barriales, etc.). En esos momentos, esas organizaciones gozaban de un enorme poder de convocatoria y movilizaban a decenas de millares de jóvenes activistas y militantes contra la dictadura.

ALGUNOS APUNTES DE OCTAVIO GETINO SOBRE LA CENSURA DE CINE EN LA ARGENTINA

Por Octavio Getino

Un primer antecedente de la política emprendida por el gobierno de Cámpora, fue la creación en agosto de 1973, en el Sindicato de Luz y Fuerza, del Frente de Liberación del Cine, cuando cineastas argentinos procedentes en su mayor parte del peronismo nos reunimos con el lema de “El cine es un patrimonio de la Nación y sólo pertenece al Pueblo, que eligió el Cambio y no el Continuismo, la Liberación y no la Dependencia”. Allí estuvieron, entre más de un centenar de directores, productores y técnicos, René Mujica, David Stivel, Alejandro Saderman, Fernando Solanas, Rodolfo Kuhn, Humberto Ríos, Juan Carlos Gené, Eduardo Calcagno, Edgardo Pallero, Edmundo Valladares, Nemesio Juárez. Fue precisamente en dicho mes de agosto, que un Decreto del Poder Ejecutivo Nacional (358/73) me designó Interventor del entonces denominado Ente de Calificación Cinematográfica, a partir de una terna de cinco nombres propuestos por cineastas el Frente referido.

APUNTES SOBRE MEMORIAS Y UTOPIAS

Por Octavio Getino

Abuelos Lumiére / abuelo Meliés / abuelo Edison / reciban / este Nuevo Cine Latinoamericano / uno en la diversidad / diverso en la unidad. / Un entero continente / expresa su visión / su delirio / de magma y nieve / su indignado temblor /-pongamos la cámara a la altura del ojo del hombre- su transfiguración.
Fernando BIRRI

Hablar de maestros, como Fernando Birri, obliga a recurrir a esos apuntes que uno mantiene dispersos en la memoria, pero que tienden a ordenarse cuando hay probado interés y necesidad de hacerlo. Este es, ahora, mi caso. Es posible, sin embargo, que algunos puedan entreverarse en el intento o que ciertas imágenes se superpongan, pero se trata de hablar de sucesos vividos y, en este caso uno trata de ser fiel a la imagen que guarda de ellos, aunque, tal vez ésta no se corresponda exactamente con lo que ellos en realidad fueron. Invoco entonces a Neruda cuando se empeñaba en sostener que sólo hablaba de “cosas reales” (“Dios me libre de inventar cosas cuando estoy cantando...”), unos versos que el propio Birri recuperó en 1964 como acápite para su libro de la Escuela Documental de Santa Fe.

LA NOSTALGIA COMO ANTICIPO

Por Octavio Getino

La gente nunca deja de participar políticamente cuando participa culturalmente. La intención no es abandonar la visión política, sino ejercitar esa visión política en la práctica cultural.

NELSON PEREIRA DOS SANTOS

Hablar de la obra de Nelson Pereira dos Santos es apelar, antes que nada, a la memoria. Pulsemos entonces el rewind, seleccionando dos o tres escenas, algunas reflexiones y una que otra anécdota. El primer stop pone en pantalla imágenes de los años 60. Entonces apenas comenzábamos a formar parte de pequeños grupos de estudiantes de cine, autoconvocados en gran media en la única aula del único centro formativo que existía en Buenos aires – la Asociación de Cine Experimental- y también amuchados en las recordadas proyecciones que daba el Lorraine o el Cine Club Núcleo. Formación que se reforzaba, como natural hilo de continuidad, en los acalorados devaneos teóricos y críticos junto a la mesa de alguna cafetería céntrica.

EL CINE: ENTRE LO “UNIVERSAL” O LO “UNIVERSAL SITUADO”

Por Octavio Getino

Revista digital PENSAR IBEROAMERICA. OEI.

Numero 9. Julio-octubre 2006

Medio de comunicación antes que “séptimo arte”

Convengamos que el cine es, antes que nada, un poderoso medio de comunicación social, aunque por sus características peculiares, puede también convertirse, aunque sólo a veces, en medio de expresión artística, según los valores estéticos que aparezcan en algunas de sus realizaciones. En este sentido, la calificación generalizada que se le ha otorgado como “séptimo arte” al cine en general, reviste un tono más presuntuoso y “marketinero” que real. Porque el cine puede producir inolvidables obras pertenecientes al campo del arte y la cultura universal, pero también, en la absoluta mayoría de los casos, películas sin ningún valor reconocible que rápidamente pasan al olvido. Sin hablar ya de la infinidad de producciones cinematográficas y audiovisuales que no están concebidas para su circulación en las salas de cine, sino destinadas a cumplir finalidades muy diversas en la educación y la capacitación, la divulgación cultural, la información documental, la propaganda ideológica o religiosa y la publicitación de industrias y servicios, o el entretenimiento.

LOS CONSUMOS CULTURALES EN EL SECTOR CINEMATOGRAFICO

Por Octavio Getino

Cifras y datos estadísticos son un instrumento indispensable para la comprensión de los fenómenos del mercado cinematográfico y, también, para la reflexión sobre las demandas del público en general o de algunos públicos en particular. Sin embargo, son insuficientes, en este caso, las simples descripciones cuantitativas y se hace necesario incorporar el análisis –social, psicosocial, cultural e, inclusive, político- de las relaciones entre la oferta y la demanda y los diversos factores contextuales que inciden y condicionan aquellas.

AUTARQUÍA DEL INCAA: ALGUNAS REFLEXIONES PARA UN DEBATE

Por Octavio Getino

El Decreto del Poder Ejecutivo (1536/02) que acaba de disponer la autarquía del INCAA, reestablece, finalmente, la situación del Organismo a la que tenía en 1996, año en que el gobierno de Menem-Cavallo impuso el ilegítimo manejo de sus recursos por parte del Ministerio de Economía. Desde ese entonces las entidades del cine argentino, junto con las sucesivas direcciones nacionales y consejos asesores del Instituto, reclamaron por el derecho que asiste al Instituto para manejar directamente los recursos del Fondo de Fomento Cinematográfico, tal como lo establece la Ley de Cine, y que son indispensables para su desenvolvimiento. Recién ahora el Gobierno accedió a las innumerables gestiones que se llevaron a cabo, encabezadas en los últimos meses por la Secretaría de Cultura de la Nación y por el INCAA. A ellos y al conjunto de las entidades y cineastas que acompañaron dicha labor, corresponde el mérito de haber reconquistado un derecho legítimo del cine nacional.

TRES (O CUATRO) ENCUENTROS CON HUGO DEL CARRIL

Por Octavio Getino

Mi primer encuentro con Hugo del Carrill fue prácticamente “virtual”. Ocurrió una noche, cercana ya dell invierno de 1951, en una ciudad española, León, cabecera entonces del Reino del León y que hoy forma parte de la comunidad de Castilla y León. El encuentro tuvo lugar en un cine llamado ”Azul”, que hoy supongo inexistente, cercano a la famosa catedral gótica de esa ciudad y no tan distante del barrio San Lorenzo, con sus antiguas y ruidosas casas de prostitutas.

EXPERIENCIAS Y ANTECEDENTES DE LOS PROYECTOS DE NEGOCIACION E INTEGRACION EN EL SECTOR CINEMATOGRAFICO Y AUDIOVISUAL EN LOS PAISES DEL MERCOSUR

Por Octavio Getino

1. Antecedentes de proyectos de negociación, intercambios e integración regional en América Latina y en Iberoamérica.
Inicialmente correspondería consignar que en América Latina –países del MERCOSUR incluidos- es mucho más lo que se ha convenido, acordado, firmado y refrendado en materia de proyectos de integración regional, subregional e inclusive bilateral, que lo que ha podido implementarse, a partir de aquellos, en la práctica concreta de las instituciones públicas, las organizaciones empresariales y sociales, y de las comunidades en general.

COOPERACION E INTERCAMBIO EN EL ESPACIO CINEMATOGRAFICO IBEROAMERICANO

Por Octavio Getino

          Las actividades de cooperación e intercambio entre España y América Latina  en el sector cinematográfico y audiovisual se desarrollan habitualmente a través de dos ejes principales: el de coproducción (al que se vincula en algunos casos la codistribución) y el de cooperación del que pueden  participar diversas líneas de trabajo.
          La coproducción se corresponde con los acuerdos o convenios suscritos entre dos o más países, de los cuales participan los organismos a cargo del cine, la cultura y las relaciones exteriores. Se trata de documentos que establecen derechos y obligaciones de las partes y que fijan las condiciones para que las películas resultantes de tales acuerdos tengan la nacionalidad de cada uno de los países firmantes, obteniendo, en consecuencia, los beneficios establecidos en la legislación de los mismos (créditos, ayudas, subsidios, etc.). Esto no impide a las empresas productoras realizar con agentes de otros países determinados proyectos fílmicos, los que pueden estar exentos de algunos o de todos los beneficios referidos, acogiéndose a las posibilidades que tales proyectos tengan en los respectivos mercados.

APUNTES SOBRE EL “CHANGO” VALLEJO

Por Octavio Getino

          No es para mí fácil resumir en dos o tres páginas mis experiencias, impresiones y sentimientos sobre el “Chango” Vallejo, así lo traté siempre, compañero y hermano de ideas y sueños, y de un andar juntos en los últimos 30 años.

          Una primera tentativa, la más visceral e inmediata, sería la de evocar algunas imágenes que tienen que ver con el anecdotario personal. Nos conocimos, “sin vernos”, cuando una noche, allá por 1967, junto con Solanas asistí a la proyección de Las cosas ciertas, en una función organizada por Cine Club Núcleo, en Buenos Aires, y que antecedía a El romance del Aniceto y la Francisca, de Leonardo Favio.

APUNTES SOBRE LA INCIDENCIA ECONOMICA Y SOCIAL DEL CINE

Por Octavio Getino

          El tema de la incidencia económica y social del cine, podría ser abordado desde distintas angulaciones cada una de las cuales nos daría una imagen diferenciada. En nuestro caso, preferimos tratar el tema describiendo dicha incidencia en dos campos principales. El primero, de carácter endógeno referido a lo que ella representa en términos directos en el interior de las industrias del cine y el audiovisual, es decir, para beneficio de las mismas, y el segundo, de tipo exógeno, referido a sus efectos indirectos sobre la economía de los contextos socioculturales, en los que la producción audiovisual interactúa. Una labor tanto o más redituable que la de carácter endógeno, tanto para satisfacer como para promover consumos que exceden ampliamente al mercado audiovisual o el de productos cinematográficos y que impacta en numerosas áreas del desarrollo.

DEBEN SER LOS BUITRES, DEBEN SER…

Por Octavio Getino y Susana Velleggia.

          Medio siglo atrás, para quienes éramos adultos en esa época, el “deben ser los gorilas, deben ser”, servía a millones de argentinos para distinguirnos, a menudo con humor, de aquella fauna simiesca en la que convergían milicos y civiles cómplices todos de las sucesivas dictaduras cívico-militares que asolaron una y otra vez los derechos sociales y democráticos de los argentinos e hicieron hasta lo imposible para convertir a la Nación en una factoría sometida a los poderes imperiales de turno. Gorilas en cuya encarnadura trepadora asomaban las apetencias de poder autoritario y antinacional de numerosos políticos, empresarios campestres y de los otros; dueños de medios, periodistas y opinólogos; jerarcas de la iglesia, además de los uniformados y alguno que otro figurín de la cultura y las artes entonces en boga.

AL IMPERIO SE LE CAEN LAS TORRES

Por Octavio Getino

          La manipulación de los medios sobre el aniversario de la caída de las dos torres del World Trade Center fue, francamente, repugnante. Hacía muchos años que no se veía en el país tal genuflexión y servilismo de parte de los dueños de la prensa, la televisión y la radio argentinas a las instrucciones implícitas o explícitas del Departamento de Estado norteamericano y de sus servicios de inteligencia. Tampoco se había visto un cipayismo tan lamentable como el de muchas "estrellas" del periodismo local, esas que con la solemnidad de un fiscal se han erigido —por cuenta propia y de la ineptitud de la dirigencia política— en supuestos investigadores, opinadores a sueldo —en blanco y en negro— y jueces de la vida y obra de aquellos a quienes los dueños de los medios les señalan, pero no de la propia corporación que produce millonarios a una velocidad asombrosa y mucho menos de los susodichos medios.

          El 11 de septiembre, el diario Clarín, por ejemplo, dedicó entre 5 y 6 páginas a reproducir textos o imágenes del doloroso acontecimiento de las torres, incluso dedicó una al aniversario de la victoria tennística de Vilas sobre Connors, pero no publicó ni una sola línea sobre un hecho tan o más monstruoso como el que enlutó al pueblo chileno y a la democracia latinoamericana; el golpe militar de Pinochet, acaecido también un 11 de setiembre hace casi tres décadas, el cual costara miles de muertos y "desaparecidos" al país hermano. Episodio que, para nuestros pueblos, fue mucho más traumático porque aquél día se inició el desmantelamiento de las libertades, las economías, la dignidad de cada nación y los derechos humanos más elementales de millones de latinoamericanos. Proceso que fue diseñado, asesorado e implementado por los dueños de las torres ahora caídas, a las que muchos hipócritas vernáculos lloran.

          La dictadura del "Proceso", produjo desastres de todo tipo —como las otras orquestadas en América latina— y ocasionó cien veces más daño a nuestro país que los generados por la caída de las referidas torres. Estos procesos de genocidio y latrocinio sistemáticos fueron llevados a cabo, sin atisbo de compasión alguna, por los mismos que hoy, desde Wall Street, Washington y el Pentágono, aterrorizan con sus armas letales —bélicas, económicas y políticas— a todo el planeta. A no engañarse. Bin Laden, Sadam Hussein y demás personajes de similar perfil, son el más genuino producto del sistema que el imperio instaló con mesiánica meticulosidad en los pueblos relegados después de la Segunda Guerra Mundial. Fue el Imperio quien los armó y alimentó con su brebaje infernal para que se destruyeran unos con otros, de acuerdo a su conveniencia. Hoy ellos no hacen más que devolverle la misma medicina, como cabe esperar de aplicados y eficaces alumnos.

          El terrorismo no viene de Medio Oriente, ni mucho menos del Islam, sino que es originado por las políticas mundiales del monstruo, que inevitablemente, termina experimentando en sus entrañas los efectos del veneno que produce y suministra. Jamás ese monstruo ayudó a ningún país latinoamericano —para no hablar de los de otras latitudes— a crecer en términos de democracia, de justicia social, de equidad o de derechos humanos. Su historia es la de dos siglos de invasiones, golpes militares, imposición de dictaduras por doquier, saqueo económico, matanzas sangrientas, violencia manifiesta y simbólica generalizada a los países débiles que se muestran insumisos o tienen el atrevimiento de querer ser autónomos. ¿O no está presente en nuestra memoria la secuela interminable de saqueos, invasiones y apropiaciones territoriales en el norte de México, Panamá, Santo Domingo, Puerto Rico, Guatemala, Cuba, Grenada, Nicaragua y otras latitudes? ¿O el adiestramiento en torturas y represión, la elaboración de "planes cóndores" ejecutados con su asesoramiento por militares genuflexos y sanguinarios; o el respaldo a su socio imperial, Inglaterra, durante la guerra de Malvinas, decidida por un dipsómano ahijado suyo? ¿Qué decir del terrorismo financiero a los gobiernos argentinos y latinoamericanos de turno?

          Resulta entonces vergonzoso que, con tamaña omisión, las torres que se le caen al Imperio hayan ocupado decenas de páginas, horas de televisión y radio, transmisiones en cadena, para hablar de un "atentado contra la humanidad", cuando la única humanidad que históricamente los Estados Unidos han reconocido, es la propia.

          El imperio está en guerra y lo está contra los pueblos y las comunidades del mundo que no aceptan ser sus súbditos. Esta guerra no se inició el 11 de septiembre, sino a fines de la Segunda Guerra Mundial, cuando los países periféricos, entre ellos los nuestros, se convirtieron en el principal objeto de conquista, de sus recursos básicos y estratégicos, de sus industrias y mercados, e incluso de sus culturas. No es ésta una guerra como las anteriores. En ella no están involucradas sólo las grandes naciones. Son ellas las que arrogan el derecho de someter o destruir a los países pequeños y débiles. Tampoco es una tradicional guerra de posiciones. Es un accionar militar, económico, político y cultural de nuevo signo, para "aniquilar" —tal es el término que se aplica en el léxico militar— la dignidad del "otro" y con-vencerlo (además de vencerlo) de que toda resistencia es inútil. Como bien apunta nuestro lúcido pensador José Pablo Feinmann, no hay un "afuera" posible, ya que si el "otro" y el "afuera" existieran, el imperio no sería el imperio; es decir, el todo.

          Es lícito pensar, entonces, que nadie tiró desde el "otro" ni desde el "afuera" las famosas torres. Ellas cayeron desde el más profundo "adentro". Basta ver su imagen. Recibieron, ciertamente, uno o dos golpes y siguieron incólumes. Pero al rato comenzaron a desinflarse, como si implosionaran en cámara lenta, derrumbándose de a poco, como si ambas estuvieran mirándose, doblegadas por el brebaje monstruoso que incubaron.

          ¡Mister Bush, no destruya más al mundo! ¡Nadie le tiró sus torres! Sucede que al Imperio se les están cayendo, como sucediera otras veces en la historia. Salvo la hipocresía de algunos cuantos cipayos locales, nadie en el mundo se conduele con la caída. Porque son muchos los dolores y sufrimientos que las dos terceras partes del planeta padecen, precisamente por lo que esas torres —como símbolo del imperio financiero y militar más poderoso y dañino del mundo— ocasionan todos los días. Me tocó viajar por diversos países latinoamericanos y por el interior del país en los días que siguieron al cinematográfico 11 de septiembre. Hablé con cientos de personas connacionales y de otras nacionalidades y, curiosamente, no encontré a una sola que se haya condolido realmente del golpe sufrido por el Imperio —no la humanidad— cuando probó su propia medicina. Sí encontré muchas, en la televisión y en los medios, condenando dicho suceso con la misma superficial tilinguería con que se refieren a los problemas argentinos y latinoamericanos. Esto es, pensando el país más desde afuera y desde los intereses del otro, que desde adentro y del nosotros

          El dolor es inevitable ante la muerte de cualquier ser humano. Pero esto no puede llevar a obnubilar la percepción del contexto donde la muerte se produce. Quién suponga que el mundo vive hoy una situación de relaciones equitativas, democráticas, solidarias y justas, sin duda habrá de sentir la caída de las torres como un cruel atentado. Para quienes, en cambio, vemos al mundo debatiéndose en un conflicto permanente, entre los derechos de las naciones a existir y de los pueblos a expresarse y luchar por sus legítimos intereses, la reacción es distinta. .

          Duele sin duda la pérdida de vidas humanas. Eso creo que lo saben, e incluso lo sienten, hasta los estrategas militares más implacables. Pero por sobre el dolor, está la esperanza de construir —incluso a través del llanto solidario entre los unos y los otros— una cultura de la vida que se imponga de una vez por todas sobre la cultura de la muerte, hoy dominante.

          Recuerdo una experiencia personal que viene al caso. Yo viví durante la Segunda Guerra Mundial en una pequeña ciudad de España, en el norte de Castilla. Nunca tuvimos un aparato de radio para escuchar las noticias. Yo las oía en la casa de un vecino "rico" que sintonizaba la BBC de Londres. Mi padre me enviaba todos los domingos a la mañana a comprar el diario "Pueblo" a uno de los pocos quioscos existentes, ubicado a unos dos kilómetros de distancia. La información sobre la marcha de la guerra sólo llegaba en nuestra casa a través de ese diario. Mi padre leía junto a la mesa de la cocina, página tras página, como si le quedara toda una vida para seguir haciéndolo. Finalmente se levantaba, iba hasta un pequeño mapa de Europa que había pegado en una de las paredes y que estaba punteado por alfileres de colores intensos. Revisaba los avances de unos y otros ejércitos, como para cerciorarse, y procedía a desplazar en el mapa alguno de los alfileres. Rojos, los correspondientes a los ejércitos aliados y negros para los del Eje. Yo lo observaba, desde abajo, en silencio. Mi padre sonreía contenidamente cuando uno de sus alfileres rojos avanzaba sobre territorio alemán y se clavaba en el corazón de alguna importante ciudad. Yo no lo sabía entonces, pero sospecho que mi padre pensaba que cada uno de esos desplazamientos representados por un alfiler, equivalía a miles o decenas de miles de seres humanos, con nombre y apellido, con esposos o esposas, padres o hijos, destrozados en sus sueños por las explosiones o la metralla. Pero mi padre no parecía lamentarse, sonreía. Percibía, en el interior de una humilde habitación de un rincón de Castilla, que se estaba librando una guerra. Según mi padre no se trataba de una guerra para oprimir a ningún pueblo, sino, precisamente, para construir un mundo más solidario, más democrático y más justo. El mundo que mi padre nunca conoció. Y que nosotros tampoco conocemos todavía.

          Mi padre sonreía, intuyendo tal vez de qué se trataba. Yo lo hacía también, al lado suyo, quizá por imitar su gesto, pero sin tener la más remota idea de lo que estaba pasando y de lo que luego vendría. La caída de las torres volvió a traerme a la mente estas imágenes. La guerra actual comenzó a desplegarse sobre miles de millones de seres humanos desde el final de aquella. Ninguno, o casi ninguno, de ellos puede ser acusado de atentar contra el Imperio, a lo sumo su mayor delito es pretender la dignidad. Hoy, Mr. Bush, "Chirolita" Blair y algunos pocos inescrupulosos obsecuentes, pretenden llevar esta demencial guerra hasta las galaxias, pero no para construir un mundo mejor sino para apoderarse de ciertas zonas y recursos estratégicos, destruyendo al mundo —o a buena parte de él— si es preciso.

          Hay todavía posibilidades de transformar esta monstruosa guerra múltiple y global, en un conflicto de resolución política y democrática. Pero presumo que ello no será posible mientras el mundo esté gobernado por dinosaurios cretinos y que, al servicio de ellos, medren todavía tantos lambiscones esperando recibir a cambio, un puñado de dólares, unos barriles de petróleo o unas palmadas en la espalda. La evidencia histórica indica que esto último es lo más probable. La destrucción en marcha no impedirá, sin embargo, que al Imperio y sus cómplices se les sigan cayendo las torres. La evidencia histórica indica que esto también es lo más probable.

Buenos Aires, 12 de setiembre 2002.

EDUCACION AUDIOVISUAL Y CONCIENCIA CRITICA

Por Octavio Getino

Para revista “Chasqui” CIESPAL, Quito, mayo 1997.

Vayamos primeramente a la anécdota. Hace casi un cuarto de siglo, en 1973, nos tocó asumir en la Argentina la dirección del Ente de Calificación Cinematográfica, eufenismo con el cual se encubría la labor de la censura impuesta por sucesivos gobiernos militares y civiles en el país. Durante poco más de tres meses de gestión en un terreno que nos resultaba totalmente inédito, comenzamos a elaborar algunas reflexiones que, además de poder ser aplicadas en la realidad, sirvieran para redactar un proyecto de legislación sobre el tema.

COLABORACIÓN PARA REVISTA “TRAM(P)AS”

Facultad de Periodismo y Comunicación Social de La Plata.

Octavio Getino
1. Qué es, cómo se define un Proyecto Nacional en la Argentina actual.
Aunque suene algo esquemático, un Proyecto Nacional es para nosotros la tentativa de construir, con el concurso y la participación protagónica y democrática del Pueblo, las bases programáticas y de acción para hacer posible, según nuestras capacidades materiales e inmateriales, lo deseable colectivo. Partiendo de lo que somos, como expresión viva de una memoria y una práctica histórica, y del sitio que ocupamos, en tanto contexto geográfico y económico tangible. O lo que alguien sintetizó alguna vez, como sangre y suelo.
La existencia de un Proyecto Nacional en la Argentina depende del grado de conciencia nacional que exista en nuestro Pueblo para elaborar y consensuar las líneas directrices que deben guiar su desarrollo hacia el futuro y que habrán de servir para la construcción de la nación soberana, que todavía no somos, y la comunidad democrática y justa, que tampoco hemos llegado a ser.

ALGUNAS REFLEXIONES SOBRE LOS GENEROS CINEMATOGRAFICOS Y LA GLOBALIZACION DE LA IMAGEN

Por Octavio Getino

1.
El concepto de "género" es contemporáneo del concepto "tayloriano" de producción industrial. Aparece simultáneamente con el de "productividad" de las cadenas de montaje y tiene como fin la producción estandarizada para el consumo de masas. En el caso de las industrias culturales del cine y del audiovisual, los géneros son modelos de producción narrativa orientados a lograr una mayor rentabilidad en los procesos de fabricación de productos audiovisuales.

EL PAPELON DE LAS PAPELERAS

Por Octavio Getino

Cuando el sentido común parece abandonar a las dirigencias políticas y sociales –aquellas que tendrían que hacer uso intensivo del mismo- uno se siente obligado a intentar recuperarlo, aunque también pueda sospecharse de sus magros resultados. En este caso, se trata de lo que la patria mediática y muchos de quienes se subordinan a ella, bautizaron como “el conflicto de las papeleras”.
Acudo entonces a la memoria. Veinte años atrás, me tocó participar de un festival internacional de cine, en Dortmund -entonces ciudad de la República Federal Alemana- dedicado a premiar los mejores filmes sobre problemas ambientales, entre los cuales figuraba alguno, casi maravilloso por lo persuasivo, producido por Bayer, la conocida industria química y farmacéutica, además de contaminante… Asistí entonces a los discursos apasionados de jóvenes y no tan jóvenes militantes ambientalistas –de los que se nutrirían luego los llamados partidos “verdes”- fervorosos denuncistas de la proliferación de chimeneas en los países

"LA REVOLUCION JUSTICIALISTA" Y "ACTUALIZACION POLITICA Y DOCTRINARIA PARA LA TOMA DEL PODER": MEMORIAS SOBRE LOS DOCUMENTALES HISTORICOS DE PERON

Por Octavio Getino

Aparecido en revista “Desmemoria” Nº 8, julio-octubre 1995.

Existen experiencias personales que por el sólo hecho de insertarse en determinados acontecimientos políticos, forman parte, quiérase o no, de la historia de un pueblo. Ellos podrían mantenerse reservados en la intimidad de los recuerdos, desapareciendo con quienes las vivieron, o bien, trascender como parte de una memoria socializada. Dudé más de una vez sobre la importancia que podría tener la difusión de hechos experimentados hace ya casi un cuarto de siglo; sobre todo, porque parte de los mismos pueden ser motivo de utilización política con fines bastante ajenos de la objetividad histórica. Sin embargo, entiendo que su divulgación podría servir a quienes se ocupan de la investigación de nuestra historia reciente y de la reconstrucción de nuestra memoria nacional, con más rigor científico, sin duda alguna, que quién ha participado directamente de los hechos. Tal el propósito de estas notas.

jueves, 10 de junio de 2010

lunes, 7 de junio de 2010

LA DELINCUENCIA COMO METAFORA

Por Octavio Getino

El mismo día que se anunció el recorte del presupuesto educativo en 280 millones de pesos y que se abonó a los acreedores multinacionales la suma de 560 millones en concepto de intereses de la deuda externa, el presidente Menem dispuso la entrega en Plaza de Mayo 250 flamantes automóviles a la Policía Federal, mientras que en el otro extremo de la Avenida de Mayo, los docentes cumplían más de dos años de huelga de hambre. Datos altamente interrelacionados y que tienen que ver directamente con el tema que domina hoy por hoy la agenda de los medios: delincuencia juvenil/inseguridad.

sábado, 5 de junio de 2010

CARTA PERÓN A CINE LIBERACIÓN (1971)

CARTA PERÓN A OCTAVIO GETINO

jueves, 3 de junio de 2010

LA LEY DE RADIODIFUSIÓN Y LAS INDUSTRIAS CULTURALES

LA HORA DE LOS HORNOS - AURORA

PERON: LA REVOLUCION JUSTICIALISTA (parte 1 de 15)

PERON: LA REVOLUCION JUSTICIALISTA (parte 2 de 15)

PERON: LA REVOLUCION JUSTICIALISTA (parte 3 de 15)

PERON: LA REVOLUCION JUSTICIALISTA (parte 4 de 15)

PERON: LA REVOLUCION JUSTICIALISTA (parte 5 de 15)

PERON: LA REVOLUCION JUSTICIALISTA (parte 6 de 15)

PERON: LA REVOLUCION JUSTICIALISTA (parte 7 de 15)

PERON: LA REVOLUCION JUSTICIALISTA (parte 8 de 15)

PERON: LA REVOLUCION JUSTICIALISTA (parte 9 de 15)

PERON: LA REVOLUCION JUSTICIALISTA (parte 11 de 15)

PERON: LA REVOLUCION JUSTICIALISTA (parte 10 de 15)

PERON: LA REVOLUCION JUSTICIALISTA (parte 12 de 15)

PERON: LA REVOLUCION JUSTICIALISTA (parte 13 de 15)

PERON: LA REVOLUCION JUSTICIALISTA (parte 14 de 15)

PERON: LA REVOLUCION JUSTICIALISTA (parte 15 de 15)

martes, 1 de junio de 2010

ACTUALIZACION POLITICA Y DOCTRINARIA (1971) 1 de 14

ACTUALIZACION POLITICA Y DOCTRINARIA (1971) 2 de 14

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ACTUALIZACION POLITICA Y DOCTRINARIA (1971) 11 de 14

ACTUALIZACION POLITICA Y DOCTRINARIA (1971) 12 de 14

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ACTUALIZACION POLITICA Y DOCTRINARIA (1971) 14 de 14

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